Es importante generar un hábito de higiene bucal diaria en los niños; introducir en su rutina la costumbre de lavarse los dientes y enseñarles a hacerlo con una correcta técnica de cepillado es clave para mantener una óptima salud bucodental.
Muchos padres creen que con cepillar los dientes de sus hijos en la noche, antes de acostarse, es suficiente, pero lo ideal sería hacerlo después de cada comida y lo recomendado es hacerlo, al menos, dos veces al día durante al menos dos minutos.
Es conveniente empezar a instaurar los hábitos de higiene bucal desde edades tempranas, aunque el niño aún no tenga dientes, limpiando las encías y la lengua con una gasa húmeda después de cada toma. Cuando empiezan a asomar los primeros dientes de leche ya se puede usar el cepillo dental de cabezal más pequeño y de filamentos suaves.
La elección del cepillo es el primer paso en el que se puede involucrar al menor. Existe una amplia variedad de cepillos infantiles y es bueno que el niño sea el que elija el modelo que más le guste, dentro del rango de los recomendados para su edad. No olvides que el cepillo deberá ser renovado cada tres meses para evitar el crecimiento de bacterias en su interior y por el desgaste de los filamentos, por lo que tu hijo tendrá cuatro oportunidades al año de elegir el color y el modelo que más le guste:
También la elección de la pasta o gel dentífrico es una buena oportunidad para involucrar a tu hijo, ya que existen diferentes sabores que harán el momento del cepillado más agradable. El uso de la pasta o gel durante el cepillado aporta, entre otros ingredientes esenciales, la dosis de flúor recomendada, necesaria para evitar la aparición de caries. Es importante elegir una pasta cuyo contenido en flúor esté adaptado a la edad del niño.
Una vez elegidos el modelo ideal de cepillo y de pasta o gel dentífrico, la clave para generar el hábito en los niños está en introducir la costumbre dentro de la rutina diaria y hacerlo de forma divertida; casi como si fuera un juego. Podemos utilizar un reloj para asegurarnos de que se cepillan mínimo dos minutos y poner una alarma que suene cuando el tiempo se haya acabado o usar un reloj de arena; eso hará que el proceso sea aún más entretenido.
Y, para asegurarnos de que se cepillan todos los dientes, deberemos enseñarles a hacerlo siempre en el mismo orden: